10 de febrero de 2012

Razones para jugar a: Penumbra

¿Qué tienen las ambientaciones post-apocalípticas que tanto llaman la atención? Partidas dónde tu personaje tiene más papeletas de morir, dónde prevalece la ley del más fuerte, el sálvese quién pueda, las situaciones extremas... ese tipo de cosas para alguien tan sensible como yo hacen que me suba la tensión. Y no soporto estar tensa durante una partida dónde se supone que debo estar pasándolo bien. Sufro innecesariamente y a veces demasiado. Pero no es sobre mi sensiblidad sobre lo que vengo a hablar hoy. En esta ocasión os traigo la reseña de Penumbra, un juego relativamente nuevecito, con una ambientación gótica post-apocaliptica.



En palabras de su propio autor, no se encuentra mejor descripción de este juego:

"...un mundo decadente, brutal, devastado y despiadado en el que la humanidad se aglutina entorno a los exiguos recursos naturales aún existentes en una tierra yerma y contaminada. En muchos casos la única esperanza de sus habitantes es simplemente sobrevivir, aunque algunos los que conocen de verdad los entresijos de la civilización restante, tejen desde las sombras el destino de sus habitantes siempre en su propio beneficio..."

Penumbra no es un lugar concreto, sino zonas imposibles de habitar por un ser humano. El juego no especifica ningún  marco temporal, solo sabemos que antes de que todo fuese ruina y devastación, el lugar que ahora se conoce como Penumbra se trataba de un lugar dónde habitan los seres humanos. Por culpa de algún acontecimiento ya olvidado y perdido en la memoria ancestral, todo se encuentra en un estado de lamentable decadencia: el agua es escasa, no hay vegetación, las condiciones atmosféricas son extremas, la tecnología es muy limitada y el aire que respiras puede ser perjudicial para tu salud en el mejor de los casos. En el peor, puedes encontrarte con algún animal salvaje y despiadado dispuesto a devorarte. La fauna es muy variada. 


La civilización, tal y como se la conoce, está dividida en pequeñas agrupaciones de personas que forman ciudades, denominadas Túmulos. Cada Túmulo posee un nombre, y sus propias leyes. Lo que no está habitado, lo que es un extenso paisaje reseco y desolado, cubierto de nubes negras de contaminación que no permiten el paso del sol, se le conoce como Penumbra. No es raro que te venga la mente una imagen de un lugar como este y es una ambientación muy recurrente. Cualquier peli post-apocaliptica te muestra un paisaje similar. A la mente me viene la reciente El libro de Eli, aunque con una contaminación más extrema y menos soleada. Existen muchas diferencias entre varios de los Túmulos más importantes: su filosofía, la forma de comerciar, las sociedades y las diferencias entre los más ricos y los más pobres. Además de los Túmulos, existen diversas zonas dentro de la Penumbra; se pueden encontrar lo que podría llamarse restos de antiguas civilizaciones (dónde antiguas civilizaciones seguramente sean edificios modernos de acero y cristal completamente devastados por el paso del tiempo) y lugares dónde la contaminación es tan extrema que no pueden vivir ni las cucarachas (por eso que dicen que son las únicas que sobrevivirían a un ataque nuclear (las cucarachas y Jordi Hurtado, como todos sabemos)). Por supuesto, la tecnología y las comunicaciones (radio, televisión e internet) son valiosas y pertenecen a unos pocos. Casi toda la tecnología es de tercera, cuarta y hasta quinta mano, y habitualmente, las piezas necesarias para reparar las cosas deben hallarse fuera de los Túmulos, en la Penumbra. 

El reglamento está dividido en tres secciones: pruebas de habilidad, combate y vida o muerte. Las pruebas de habilidad y el combate describen lo que precisamente anuncian, las pruebas de habilidades y los combates. Quizá lo más interesante sea la parte de vida o muerte, ya que ofrece una extensa variedad de situaciones en las que la vida de tu personaje puede sufrir alteraciones. El daño físico es algo bastante inmediato y muy fácil de intuir, pero Penumbra ofrece tablas de daño y efectos secundarios de dos tipos de daño: daño químico (productos, gases, etc...) y daño por radiación (exposición prolongada, intoxicaciones, etc...). La creación de personajes es bastante sencilla, reparto de puntos entre los dos bloques principales y como buen juego narrativo tenemos la oportunidad de, al finalizar el reparto, añadir más puntos con una puntuación extra para perfilar el pj o darle nuestro toque mediante ventajas y desventajas. En el apartado de Equipo, además de lo básico (armas, protecciones y medios de transporte), tenemos una larga lista de tipos de drogas y una regla opcional sobre el desgaste del equipo, algo que para mi gusto, no debería ser opcional, sino casi obligado teniendo en cuenta la rasca que hace fuera de las ciudades. 

Al final del libro tenemos unos consejitos y una guía para narradores, tanto veteranos como novatos; se incluyen también algunas ideas de partida y un ejemplo. Penumbra tiene la esencia de un juego narrativo, apenas hay restricciones en el reglamento para la creación de personajes y salvo las descripciones de los Túmulos, no hay más información, quedando todo a la imaginación. ¿Habrá vida más allá de la Penumbra? ¿Existirá alguna civilización más moderna y tecnológica? ¿Cómo funciona realmente la sociedad de los Túmulos? Con una estética gótica (con reminiscencias steampunkeras), tremendamente fetichista, lleno de fotografías de gente con máscaras de gas a modo de complemento (porque respirar en Penumbra debe ser dificil), el manual está cargado de imágenes muy góticas para que el jugador se sienta rápidamente identificado con el lugar y la estética. Además, al final del manual, hay una gran cantidad de referencias a los colaboradores para que podamos disfrutar de sus creaciones y fotografías, algo que no está nada mal.


En resumen es un juego narrativo lleno de tensión como he mencionado al inicio del artículo, dónde lo que no te mata, te envenena o se come tus células o te vuelve loco o te intoxica o hace que te desintegres... Desde su web podéis ver unas cuantas guías y algunos personajes creados por su autor, además de todas las novedades. El juego consta de 222 páginas, por el momento, exclusivamente en formato digital y cuesta tan solo 1,99€.

Bonus track: He aquí un video hecho por Azhara Pintatel, dónde recita uno de los poemas incluidos en el libro:


1 comentario:

  1. Uy, esto sí que me gusta. Adoro las partidas de decadencia en la que tienes que luchar al máximo por sobrevivir. Son agónicas y estresantes, pero lo bueno que tienen es que mueres pronto y se acabó. No conocía el juego así que le echaré un vistazo para alguna partida rápida.

    Gracias de nuevo =)

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El Autómata